La unicidad y perfección del tiempo presente
Hoy en día el famoso pasado y futuro han recobrado una tremenda importancia, el pasado desde la perspectiva que es el tiempo que nos define como personas, es el responsable de nuestras dichas y desdichas (más de las desdichas), es el que nos hace recordar lo mal que lo hemos pasado antes, es el que nos recuerda a nuestro ex o a esa amistad que ya no tenemos que amábamos con el corazón, pero por el otro lado también tenemos al futuro, el tiempo que nos angustia porque no sabemos a ciencia cierta qué es lo que sucederá con nosotros y nuestra vida, es el que nos hace preocupar si seremos capaces de entrar a alguna facultad, si el día de mañana conseguiremos un trabajo bien pagado, el que nos hace preocupar por un "qué haré si…", pero ¿por qué nos preocupamos por tiempos que ya pasaron y por los que aún no pasan?, ¿y en qué parte decidimos vivir en el presente?
La relación entre estos tres tiempos es indiscutible; pasado, presente y futuro, decimos que el pasado es el que nos define como personas, el pasado conlleva a los resultados del presente, el momento presente es el que definirá nuestro devenir en un futuro y muchas veces nos hacemos creer a nosotros mismos que lo que hacemos hoy en día, aunque no nos haga felices, será lo mejor para nosotros porque tendremos algún resultado deseado en el futuro, y en el futuro, gracias a lo que hacemos en el presente al fin podremos ser felices, es claro que los tres tiempos se relacionan entre sí, pero… ¿realmente ambos tiempos, pasado y futuro, se relacionan directamente con el presente?
Nos la pasamos viviendo en el pasado y en el futuro, no hay cabida para disfrutar del hoy y del ahora, nos solemos encontrar en un constante estado de estrés y preocupación por las cosas que hemos hecho mal y por las cosas que pueden llegar a pasar, pero no solemos darnos el tiempo suficiente para contemplar un árbol, de caminar con calma en las veredas, de descansar cuando estamos cansados sin preocupaciones, de disfrutar una comida a gusto sin estar a la espera de algún mensaje o llamada o sin preocuparnos por los trabajos que nos han hecho falta entregar en la escuela o en la oficina, a pesar de que estamos en el presente, realmente vivimos en discordia con ese tiempo, solamente nos encontramos sumergidos en el ayer y en el mañana, tal vez nos encontremos pensando en el hoy, pero en las cosas que ya hemos hecho y en las que haremos, pero nunca pensamos en el AHORA.
Realmente cada momento en nuestra vida es único y perfecto, ¿alguna vez te has preguntado cuál es la probabilidad de que te encuentres en este momento leyendo este artículo en el tiempo y lugar en el que estas?, ¿o lo afortunado que eres por pasar un día increíble con tus seres queridos?, ¿alguna vez te has preguntado la posibilidad de que conocieras a esas personas, que todas ellas se reunieran en un mismo espacio-tiempo, y que además se la estén pasando tan bien y que sean ustedes los afortunados de vivir esa experiencia? Realmente hay infinitas posibilidades de que las cosas no ocurriesen como están ocurriendo en el momento, puede ser que en vez de estar leyendo este blog pudiste haber leído un libro, haber visto una película, estar mensajeando con alguno de tus amigos, o simplemente, que estuvieras durmiendo, técnicamente las posibilidades de que estés leyendo esto justamente en este instante, y que estés experimentando las sensaciones de ahorita, es casi imposible, porque solamente pudo haber una ÚNICA POSIBILIDAD de que te encontraras de esta manera en este mismo instante, y es así con cada cosa que vivimos día a día. Desde la mínima posibilidad de que estés vivo, tengas un trabajo o una escuela a la que ir, lo afortunado o afortunada que eres por conocer a las amistades que tienes, por tener a la familia en la que naciste, por poder caminar, por tener un cuerpo sano, por saber leer, por ser bueno en algo que te apasiona y demás... realmente todo momento es único, nunca más en la vida te podrás encontrar ante la misma situación, de forma literal, lo que para algunos puede parecer aterrador pero a mi parecer es algo fascinante... saber que nunca más tendrás la oportunidad de presenciar lo que estás viviendo de la misma manera, es algo que motiva a disfrutar cada momento al máximo, porque un mismo momento jamás se repite de la misma forma.
Por el otro lado, todo momento es perfecto... puede ser que no la estemos pasando muy bien en este momento o en cualquier otro, puede ser que algún ser querido haya fallecido, que hayamos vivido alguna situación traumante, que nos hayamos peleado con nuestra mejor amistad o incluso, que nos hayan echado de nuestros hogares, sin embargo, a pesar de no ser el mejor momento ni mucho menos, que experimentemos sentimientos de alegría o felicidad, esos momentos también son perfectos, porque todo pasa por un por qué y para un para qué, podrá ser que algunas cosas estén fuera de nuestro control pero tenemos la capacidad para aprender de ello... y ese es el para qué de las cosas... para aprender y si bien el conocimiento es infinito, también lo es el aprendizaje. Pero claramente, no solo se aprende de lo malo, sino que también de lo bueno, ¿alguna vez te ha pasado que estas con alguna persona especial pasándotela increíble, pierdes la noción del tiempo, y estás completamente seguro de que las cosas son perfectas, estás agradecido por ser quien eres y encontrarte ante esa situación, y que además estás seguro de que no cambiarías absolutamente nada?, si sí, también de eso se saca mucho aprendizaje, porque aceptas que el momento es único, perfecto y lo interiorizas, además, muchas veces cuando nos encontramos en esos estados tan místicos, experimentando una felicidad tan pura, reflexionamos sobre distintas cosas de la vida y al final del día, nosotros mismos habremos sido los constructores de ese conocimiento.

Pero... ¿cómo es posible saber que todo tiempo es único y perfecto si nos la pasamos viviendo en el pasado y en el futuro?, a mi parecer, eso es técnicamente imposible… Creo que para poder comprender esto es importante estar conscientes de lo que somos, de lo que sentimos y pensamos en el aquí y en el ahora, ya que la mayoría de los pensamientos que se enfocan en el pasado o en el futuro son pensamientos que nos pueden generar melancolía, sufrimiento, tristeza, preocupaciones y estrés, pero entonces ¿cómo se puede llegar a comprender el concepto de unicidad y perfección del tiempo mismo?
En lo personal, considero que no hay una mejor manera de hacerlo que viviendo de una forma consciente, pero sobre todo, con la meditación y el agradecimiento; si todos los días nos levantáramos con el pensamiento de que somos extremadamente afortunados de tener un día más de vida y de poder hacer las actividades que hacemos, esto nos daría un mayor nivel de gratitud y disfrutaríamos incluso más aquellos pequeños detalles de la vida como escuchar el cantar de los pájaros, comer un helado, caminar tranquilamente hacia tu hogar después de un día pesado, tener tiempo para uno mismo etc. El agradecimiento es una parte fundamental para entender que todo momento es único y perfecto, no hace falta cambiar nada porque todo fluye como debe, no hace falta preocuparse por lo que ya pasó ni angustiarse por si dentro de 15 años tendremos esa casa que deseábamos desde hace 2 años, no hace falta preocuparse por nada de eso porque nos encontramos enfocados en vivir el presente pero sobre todo, a disfrutarlo, porque nada ni nadie tiene la certeza de que el día de mañana estemos vivos, o que podamos hacer las actividades que solemos hacer, lo único de lo que sí hay una certeza, es de que es este tiempo, el tiempo presente, el único en el que podemos estar de forma mental, emocional y presencial simultáneamente.
Hay un millón de técnicas con las que se puede desarrollar la gratitud, sin embargo, una de mis favoritas es la meditación, hay muchas variantes de esta misma y estoy segura que cada uno de nosotros puede descubrir qué tipo de meditación funciona mejor para cada quien, asimismo, los beneficios de la meditación no solamente se enfocan en ser más agradecidos, sino que ayudan a realmente vivir el tiempo presente, a conocer nuestro cuerpo y nuestra alma, de tal forma, la meditación nos hace re-conectar con nosotros mismos, con los demás y con el Universo. Sin embargo, como mencioné anteriormente, hay una infinidad de variantes de la meditación y a veces puede llegar a ser un poco complicado saber cuál de todas las opciones escoger cuando a penas nos estamos adentrando a este mundo, no obstante, yo recomiendo hacer ejercicios básicos como la respiración lenta, profunda y consciente, siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo e intenta mantenerte en ese estado por un par de minutos, si gustas, te puedes concentrar solamente en tu respiración, conforme vayas avanzando puedes enfocarte en las diferentes partes de tu cuerpo, en lo pesado o ligero que se siente, las texturas, temperaturas y sensaciones que está experimentando, realmente hacer este tipo de ejercicios nos hace visualizar a nuestro cuerpo y desarrollar una sensación increíble sobre el poder que tenemos sobre él, pero sobre todo, nos hace estar conscientes y agradecidos de tener el cuerpo que tenemos, y por lo tanto, nos hace querer cuidarlo, sin embargo, esta gratitud ira evolucionando hacia otros rubros de la vida cotidiana, de igual manera, puedes pensar en 5 cosas por las que estás agradecido y escribirlo en tu diario o en forma de recordatorios, realmente hay un sinfín de técnicas que se pueden utilizar para potencializar la gratitud, sin embargo, estas son algunas técnicas que yo utilizo.
Realmente poder vivir en el tiempo presente es una de las cosas más maravillosas que podemos experimentar, no solamente nos conocemos a nosotros mismos en todos los ámbitos, sino que podemos reconocer y aceptar nuestras emociones y necesidades, e incluso, aquellos momentos que antes parecían demasiado cotidianos se vuelven grandes joyas de felicidad que nos hacen amar la vida cada vez más. En lo personal, los días que medito con mayor frecuencia me encuentro en un estado más tranquilo y alegre, y un simple cumplido o el ver a un amigo, lo vea muy seguido o no, me genera una sensación de felicidad, porque recuerdo que estoy siendo consciente de mi propia felicidad, pero sobre todo, que estoy siendo consciente de que ese preciso momento es único y perfecto, mismo momento que jamás en la vida volveré a experimentar, pero misma razón que me hace estar más feliz porque sé que lo estoy disfrutando y que no me arrepentiré de haberlo hecho porque me aportará sensaciones y recuerdos increíblemente bonitos e inolvidables.
Apreciemos el tiempo, agradezcamos por el pasado, sintámonos afortunados de estar en el presente y ansiemos con ganas superarnos en un futuro mientras disfrutamos todo el proceso, apreciemos el tiempo presente, porque efectivamente, éste es único y perfecto a su medida.