Antes de morir…

30.05.2020

A decir verdad, estos últimos días han estado llenos de una serie de emociones, de altos y bajos, sin embargo, también ha estado repleto sobre una infinidad de pensamientos y reflexiones, entre ellas, me he planteado el "antes de morir…", pero ¿por qué? Sé que en este mundo hay una increíble variedad de perspectivas y formas de ver la vida, e incluso, muchas personas al pensar en el tema de la muerte se atemorizan, y claro, yo no soy la excepción, podría ser una persona que está paranoica por el tema de la muerte, no obstante, el día de hoy quiero tratar este tema de una manera particular. 


En un proceso de reflexión e introspección me di cuenta que muchos de mis conocidos, amigos, familiares, etc, se reprochaban asimismos por no haber realizado cierta actividad antes del confinamiento, estas actividades podían ser desde declararle su amor a aquella persona que les gustaba de la forma en la que les hubiera parecido adecuado hacerlo, de no haberse disculpado con aquella persona con la que tuvieron una pelea desagradable e incluso, ciertamente infantil, sobre aquellos proyectos escolares o profesionales que fueron suspendidos entre muchas otras, no obstante, al estudiar un poco las situaciones me di cuenta que en realidad, estaban arrepentidos de no haber hecho esas cosas, no tanto porque fueran incapaces de hacerlo con respecto a sus situaciones y habilidades, sino que en la mayoría de los casos fueron actividades que se fueron aplazando voluntariamente una y otra vez por cuestiones de inseguridad personal o porque antes solíamos tener esta certeza y seguridad de que lo podríamos hacer "después" o "luego", no obstante, nadie de nosotros se esperaba el surgimiento y propagación tan repentina de esta pandemia, y vaya, para los que vemos la gravedad de la situación nos podemos dar cuenta que el virus no exenta a jóvenes o viejos del riesgo de ser contagiados, y muchísimo menos de la muerte. Y claro, este fenómeno es algo de lo que no podemos huir como de otros problemas, la muerte es parte de un ciclo natural y es algo que todos nosotros llegaremos a experimentar en algún punto, probablemente muchos de nosotros tengamos la esperanza de vivir más de 100 años, tal vez nos haga ilusión tan solo vivir hasta la edad en la que podamos ser auto suficientes, habrá otros a quienes les agrade la idea de ser cuidados en un asilo o por sus familiares cuando cuenten con edades avanzadas, no obstante, creo que el tema del covid-19 nos ha hecho también replantearnos la idea que tenemos conforme a la muerte, antes podríamos pensar que viviríamos x cantidad de tiempo, pero ahora también nos enfrentamos con la pregunta de ¿y si por el virus me llego a morir?, o incluso, también empezamos a ser conscientes de otros posibles escenarios que podrían involucrar nuestra muerte, desde accidentes automovilísticos, feminicidios, accidentes en fábricas, gasolineras, inseguridad, etc. No quiero decir que de ahora en adelante nos debamos volver todos unos paranoicos con el temor a morir, sino que creo que simplemente nos estamos re planteando temas relacionados con ella y está bien, por lo tanto, entre estas reflexiones me encontré con la pregunta de ¿si el día de mañana yo me muriera… moriría realmente feliz, con dicha y aceptaría la muerte?, y si no, ¿por qué? 


Como les he mencionado anteriormente a algunos de mis amigos más cercanos, algunos de mis mayores miedos son la muerte, el futuro y lo desconocido… y a pesar de aún no tener una postura completamente clara conforme a la muerte, un punto que toqué fue el siguiente: quiero ser esa Monse que piense "si el día de mañana me muriera, no me importaría porque habré vivido realmente la vida que quise, hice lo que deseé, amé, sufrí, aprendí y me superé,y eso hace que acepte la muerte con felicidad y dignidad". Y efectivamente, quiero ser esa Monse, no quiero vivir con arrepentimientos por haber hecho o no ciertas cosas, por haberme quedado cosas para mi sola y no compartirlas con gente que amo, no quisiera que si mañana me muriera, no haberle dicho a toda esa gente que amo que las amo, no quiero que se queden con la duda si realmente los quería o no, quiero tener esa seguridad de haber vivido feliz y plenamente a tal grado de no temerle al hecho de morir, quiero reír, quiero llorar, quiero sentir, quiero vivir, porque amo lo que este mundo, estas personas y este universo tiene por enseñarme. No quiero hacerme ideas sobre el futuro como solía hacerlo (antes tenía un problema con la organización y planificación excesiva, mismo factor que hacía que planificara al pie de la letra mes tras mes, no obstante, era la mera expresión de mis problemas de ansiedad), no obstante, ahora lo único que deseo es realmente vivir el presente. Quiero poder aceptar la dinámica de la vida y disfrutar sus mayores imprevistos, pero también quiero vivir al límite para no morir con arrepentimientos o reproches, quiero hacer lo que mi corazón me dicte y además ser consciente de ello porque no solamente quiero vivir feliz, sino que también quiero morir con felicidad y dignidad, y creo yo, que la única manera de hacerlo es haciendo todo lo que deseas, desde aquellos pequeños, banales e incluso, cotidianos deseos hasta tus mayores sueños, aspiraciones y anhelos. 


De igual manera, me gustaría compartirles el sutra número 26 de Siddharta Gautama, ya que en lo personal considero que ha sido uno de los sutras que me ha ayudado a llegar al punto que mencioné anteriormente:

Sutra 26: La hoja amarilla

Eres como la hoja amarilla. Los mensajeros de la muerte están cerca. Vas a realizar un largo viaje. ¿Qué llevarás contigo? (Budha).


En la terminología de Buda, la hoja amarilla representa la muerte. Las únicas cosas importantes de la vida son el nacimiento y la muerte. El primero ya pasó, así que ¿para qué pensar en eso? La muerte está por llegar, en cualquier momento. No avisa. ¿Qué has hecho entre esos dos acontecimientos? ¿Perdiste el tiempo cabalgando en el ego y cayendo en las trampas de la mente? ¿Te has preparado para el acontecimiento más importante de tu vida, el único que es tuyo propio, el único que vas a interpretar tal cual tú eres? 


Antes de que iniciara el confinamiento tuve la oportunidad de salir con algunos amigos, en esa salida compré un pequeño blog de notas que denominaría como un blog para sueños, objetivos y cosas que quisiera realizar para 1. Salir de mi zona de confort y 2. Cosas por hacer antes de morir… al inicio me fue extremadamente difícil iniciar con la lista de cosas por hacer ya que realmente no sabía qué es lo que quería a ciencia cierta, no obstante, las actividades fueron fluyendo de poco a poco… ahora es una lista un poco extensa pero que seguirá en crecimiento, no obstante, entre esas actividades se encuentran desde acciones bastante "sencillas" e incluso "banales" como ver un atardecer en algún lugar agradable con mis mayores amistades, ir al cine sola, invitar a comer a mi familia hasta sueños un poco más ambiciosos y descabellados como regresar a Corea del Sur, poder vivir una vez más la experiencia de un intercambio y emprender en algún negocio personal, asimismo, es una lista de actividades que me llenan de ilusión, esperanza y felicidad, y estoy segura que conforme vaya realizando cada una de esas actividades me sentiré un poco más agradecida y afortunada por tener la oportunidad de vivir la vida. 


La cuarentena y este confinamiento me ha hecho hacer un mayor trabajo de reflexión e introspección y me ha dado la oportunidad de poder pensar sobre todos los puntos que he mencionado anteriormente, sin embargo, también representa para mi la oportunidad de ser conscientes de ámbitos como la muerte, la felicidad y el propio bienestar, pero ya no nada más en tiempos de pandemia, sino que sea una reflexión constante y cotidiana en nuestro día a día, e incluso, cuando regresemos a la "normalidad" que todos estos aspectos no se dejen de lado, que al contrario, se hagan más presentes y que aspiremos a ser la mejor versión de nosotros mismos. No necesitamos estar en confinamiento para poder darnos cuenta sobre las maravillas de la vida y para decidir vivir al máximo, como si no hubiera un mañana, porque nada ni nadie nos asegura que exista un "mañana" para cada uno de nosotros. 


Solamente para finalizar, me gustaría mencionar algunos de los puntos que considero más relevantes para ser felices:

  1. No aplaces las cosas que deseas hacer, no importan las inseguridades, los temores o el hecho de que habrá un "mañana", haz las cosas YA porque probablemente luego no tengas la oportunidad de hacerlo, pon manos a la obra y comienza a ser feliz de una vez, arriésgate y enfrenta esos miedos y verás que ganarás más de lo que esperabas. 
  2. Ábrete con la gente y expresa lo que piensas y sientes, no vivas con el arrepentimiento de nunca haber dicho lo que querías decir. Exprésate y veras que los resultados serán extraordinarios. 
  3. Reconcíliate con tus seres amados porque nunca sabrás si esa discusión, esa pelea o esas palabras hirientes sean las últimas que recordará de ti en dado caso que la muerte le llegué. 
  4. Vive al máximo, sin la certeza que habrá un mañana, vive el presente y disfruta incluso las experiencias más "banales" como sentir la brisa en tus mejillas, sentir el sol en tu piel o solamente respirar un poco de aire fresco. Disfrutar la cotidianidad del momento presente será algo que te aportará mucha felicidad. 
  5. Haz una lista de las cosas que deseas hacer y no tengas miedo de irlas cumpliendo de poco a poco, no solamente vivirás cosas que creíste nunca poder vivir, sino que además las disfrutarás más y te sentirás el doble de satisfecho cuando digas "Al fin, lo hice". 


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